El estudio de diseño local Anne Rolland Architecte asumió la ambiciosa tarea de convertir un establo de caballos del siglo XVII en un pequeño estudio en París, Francia.
Los antiguos establos se asociaron con una casa adosada en París que se remonta a la década de 1600, y se han dejado vacantes y abandonadas durante más de 70 años. Para este acogedor estudio de 254 pies cuadrados, la tarea de hacer que el espacio sea habitable requería que el arquitecto pensara creativamente para satisfacer todas las necesidades de la vida en un apartamento.
A pesar de que el espacio es pequeño, todos los elementos esenciales que incluyen una cocina, baño completo, espacio para dormir y espacio de trabajo están integrados en el diseño mediante el uso de una partición. También hay características diseñadas a medida para una organización y almacenamiento óptimos, incluidos estantes, cajones y gabinetes. Las paredes de piedra expuestas que cubren el interior y los azulejos de colores en el baño son un guiño a las raíces rústicas de este estudio.
A través de las renovaciones, los arquitectos también descubrieron una adición histórica al espacio que eligieron abrazar a pesar de su propósito original: el foso de piedra de 107 pies cuadrados que se encontraba debajo de los antiguos establos se utilizó una vez para recolectar desechos animales. Los arquitectos aún no han decidido cómo se debe usar la habitación, pero el espacio se incluyó en las renovaciones y ahora tiene una puerta trampa mecánica. [Fotos de Jérome Fleurier]
¿Cuál es tu parte favorita de este pequeño estudio reformado?
